Tere es, sin saberlo, una provocadora. Una célula extremadamente real en un universo que hace tiempo que perdió el contacto con el mundo. Ella se levanta, se viste y acude a actos, a inauguraciones. Su presencia allí es casi un happening, un acto de subversión movido por el deseo de entrar en contacto con otras personas, por escapar de entre las cuatro paredes a las que parecía quererla confinar la suerte.